Alphaville surgió en Madrid en 1980 en los inicios de la llamada Movida madrileña.
Grupo de pop/electrónica A diferencia de otros grupos más conocidos de esta corriente, Alphaville optó por sonidos más elegantes, fríos y compactos, con un peso más marcado en letras de corte literario y por la creación de ambientes góticos, que tuvo el respeto unánime de la crítica y público.
Considerado grupo de culto por la calidad de sus letras y su sonido original y evocador.
Alphaville
Exquisitos, brillantes y tenebrosos
Biografía de Alphaville por Fernando Fernández Rego
Alphaville es uno de los grandes referentes de la vertiente post punk más oscura y siniestra de la escena ochentera, esa que representaron con orgullo junto a formaciones como Décima Víctima, Parálisis Permanente, Agrimensor K, Desechables o V2 Berlín.
Aunque todas ellas siguieron patrones comunes cada una aportó su propia visión generando un sonido particular.
Alphaville decidió encaminarse hacia la sutileza y la elegancia -sin renunciar a las programaciones electrónicas- y la creación de atmósferas góticas, en algunos casos agobiantes e intensas como en “La escalera”, en las que las letras jugaban un papel protagonista.
Letras en muchos casos intelectualizadas y cargadas de referencias literarias.
De hecho en sus composiciones nos encontramos con referencias a Nietzsche o Artaud.
El antecedente de la banda está en Alquimia, un grupo formado por cinco compañeros de colegio que decidieron dar rienda suelta a su creatividad.
Tras cambios en la formación y un cambio de nombre, Alphaville se crea en 1980 con José Luis Fernández Abel (líder, ideólogo, voz y guitarra), José Luis Orfanel (guitarra solista), Daniel Mendialdúa (bajo), Juan Antonio Nieto (batería y percusión), y José Carlos -Charles- Sánchez (teclados, trompeta, armónica, violín).
Comienzan a abrirse camino en unos años agitados en Madrid con el germen de La Movida hasta que les llega la oportunidad de realizar su primera grabación para Discos Radiactivos Organizados tras un encuentro con Servando Carballar (Aviador Dro) quien queda encantado con su sonido.
Su primera referencia es el EP “Paisajes Nocturnos” (DRO, 1982), tres canciones entre las que encontramos oscuridad plena -“Nietzsche (der Geisteskrank)”-, post punk, pop electrónico refinado y coqueteos new wave.
La presentación del EP tiene lugar en la mítica sala Marquee. Tras la grabación se produce el abandonó de Daniel Mendialdúa -enrolado en la marina mercante- que es sustituido al bajo por Pablo Vega. Por la formación también pasan Almudena de Maetzu -La Mode- y Carmelo -La Década Prodigiosa-.
Pronto vuelven a tener nuevos temas listos para grabar y apenas unos meses después sale al mercado el maxi “Palacio de Invierno” (DRO, 1982).
La repercusión de este trabajo es mucho mayor que la del anterior y comienza a llegarles el reconocimiento. Incluyen la inédita “Un día de diciembre” en el recopilatorio “Navidades Radioactivas” (DRO, 1982).
En 1983 lanzan el single “La Escalera” (DRO, 1983) -en el que incluyen como cara B una versión instrumental de “Nijinsky (el loco)”, corte perteneciente a su anterior maxi- y el larga duración “De Máscaras y Enigmas” (DRO, 1983).
La banda alcanza la madurez y su sonido llega a sus cotas más altas. Si anteriormente ya habían empleado el alemán en sus composiciones, en está ocasión se atreven con el francés en “Artaud (Le momo)”.
Un año después entregan un nuevo maxi “El Desprecio” (DRO, 1984), su cima creativa, tan alta que da vértigo. Tres canciones entre las que destacan “Después de la derrota” y “De máscaras y enigmas”, sin duda sus mejores canciones. Himnos oscuros y tenebrosos plagados de claroscuros.
Después de este último trabajo sólo llegaron los pasos erráticos y la disolución definitiva de la banda en el 86.
El malestar entre sus miembros era cada vez más grande debido al ego y el afán de protagonismo de Abel.
En el 94 vuelven a grabar algunos de los clásicos de Alphaville y algunos temas nuevos bajo el título de “Catástrofes del Corazón” (Abelius, 1995).
Un trabajo editado por Abelius que un año después es reeditado por Lolipop. Su última referencia es un recopilatorio que repasa toda la carrera de la banda “Después de la Derrota” (DRO, 1997). En el 2001 incluyen “La escalera” en el recopilatorio “La Edad de Oro del Pop Español” (DRO, 2001).
Esporádicamente ha habido reuniones puntuales de la banda, como la mítica sesión para el Diario Pop de Jesús Ordovás en Radio 3 del 96.
Abel continúa ligado al mundo de la música con nuevos proyectos como Fracture! con Juan Antonio Nieto, incluso lanza al mercado un disco firmado con su propio nombre, “De Pasión” (Virgin, 1991), en el que colabora Eduardo Pinilla -Coz, Burning- a la guitarra.
El batería de Alphaville por su parte, ingresó en Aviador Dro en los 90 y en el 2002 pone en marcha el proyecto de techno oscuro orientado al directo: Shakermoon.
En definitiva, estamos ante una de las grandes bandas de los 80, una banda con una marcada personalidad y una brillantez fuera de toda duda.