Nouvelle Vague irrumpieron en el mercado discográfico con un disco homónimo de versiones de clásicos del punk y el postpunk en clave bossanova y easy listening en el sello británico Peacefrog.
Con sensuales voces femeninas y delicadas instrumentaciones plagadas de guitarras españolas, pianos acústicos, acordeones arrabaleros y baterías jazzísticas.
Con su segundo álbum, Bande À Part también en Peacefrog, se decidieron a dar un salto más amplío estilísticamente hablando, que en esta ocasión recrea el techno pop de New Order o Depeche Mode y Visage.