GALAXIE 500
Es una opinión generalizada que la segunda mitad de la década de los 90, en especial sus dos últimos años, ha sido bastante pobre en lo que a lo musical se refiere.
Solamente hace falta echar un vistazo a las listas anuales que publicaron las revistas al final de cada curso, para darse cuenta de la escasez de obras clave, de discos como lo fueron en su día, yo que se, LOVELESS, DOOLITTLE, DUMMY, SDREAMADELICA, SLANTED AND ENCHANTED...
Esto da lugar a que muchos volvamos la vista atrás y miremos unos años , unos grupos y unas canciones con los que crecimos y observemos como todavía permanecen con toda su vigencia.
Muchos en el olvido (SLOWDIVE, BEAT HAPPENING, ULTRA VIVID SCENE, MCARTHY , CLOSE LOBSTERS...), otros convertidos en cnsensuados puntos de referencia inexcusables de cualquier amante del pop.
El caso de GALAXIE 500 no es, desde luego, de estos últimos.
Su obra, un turbador catálogo de belleza y expresividad pop a manos llenas, sigue en un discreto anonimato para el consumidor medio de música independiente y a día de hoy se presenta ajena a cualquier fecha de caducidad, intacta, como una anomalía a descubrir y luego amar eternamente.
Quizás es que son demasiado hermosos.
Como RED HOUSE PAINTERS, YOUNG MARBLE GIANTS o aquellos excelsos ULTRA VIVID SCENE del primer disco, su intimismo, su apesadumbrada y taciturna concepción del pop, su manera de enamorar a primera vista jamás comulgará con quienes ven -mechero encendido en mano- en el Tonight de los SMASHING PUMPKINS el principio y el final de la palabra EMOCIÓN.
Ellos supusieron un flujo interminable de introspección melódica, un estado intermedio entre los BEATLES, la VELVET UNDERGROUND y los 13TH FLOOR ELEVATORS y, por encima de todo, uno de los más bellos legados de la escena indie norteamericana de finales de los 80. GALAXIE 500 es, ¡SÍ!, un grupo especial, de esos que en cuanto escuchas por primera vez quisieras tener una camiseta con su nombre para que todo el mundo supiese que eres su gran fan.
Su génesis nos hace remontar a los primeros 80. Dean Wareham (guitarra), un neozelandes emigrado de niño a los EE.UU. conoce en el instituto a Damon Krukowski (batería). Años después ambos coinciden en la universidad de Cambridge, Boston y deciden formar ,junto a un adinerado amigo común, un grupo bajo el horrible nombre de SPEEDY & THE CASTANETS.
En el se dedicaban, entre otros, a versionear a grupos de la new-wave, THE CLASH o THE CRAMPS hasta que súbitamente el bajista recibe la llamada religiosa, se convierte en cristiano renacista y abandona el grupo porque según el el rock era la música del demonio .
Aún así, les permitió seguir usando el equipo que el había pagado.
Una vez finalizados sus estudios, ya en 1987, Dean y Damon, empiezan a perfilar el embrión de GALAXIE 500. La vacante de bajista, tras intentarlo con varios anuncios y no tener resultado, la cubrirá Naomi Yang, ya por entonces novia de Damon y asesora gráfica del grupo, que a pesar de su completa inexperiencia se hace cargo de las 4 cuerdas.
Sus modestas pretensiones quedaban reflejadas en la meta original que se habían fijado: grabar un single y lograr colocarlo en el cajón de saldos de una tienda local, algo que tras encontrar un vinilo del ex-grupo de uno de sus profesores les parecía tremendamente cool.
Sin embargo llegaron mucho más allá.
Aquellos 3 enamorados de la VELVET UNDERGROUND, JONATHAN RITCHMAN y los 13TH FLOOR ELEVATORS, que le habían robado su nombre a un popular modelo Ford de los años 60, empezaron a grabar sus primeras maquetas durante el verano del 87, de las que 3 temas se recogen en el póstumo box-set de la banda.
Moe Tucker, la mítica batería de la VELVET, le mostró a Dean algunas grabaciones realizadas bajo la producción de Kramer en sus estudios Noise New York y sirvió de celestina entre GALAXIE 500-Kramer, un romance que duraría toda su carrera.
Allí grabarán, en 1988, su primera sesión de la que 2 temas conformarían el single Tubgoat / King of Spain editado en el sello Aurora y con el que el trío saludaba al mundo a través de un híbrido en el que la herencia del rock de Nueva York era tratado con una suavidad sonora y unas dosis de belleza inéditas hasta la fecha.
Un año después sale a la luz TODAY y con él el inicio de una discografía fascinante, seguida posteriormente con ON FIRE y THIS IS OUR MUSIC, un tríptico que más ,que dar virajes disco a disco, parece querer buscar las posibilidades estéticas de un mismo patrón fijado de antemano.
Es el sonido típico de GALAXIE 500: melancólico, oscuro, intuitivo, efectista, idéntico, pero a un tiempo diferente, casi como un poema al que intercambiándole sinónimos va sufriendo retoques en busca de la perfección.
Su falta de destreza instrumental hizo de su evolución una suerte de aprendizaje de cómo ensamblar unos presupuestos limitados y servirlos en un todo estremecedor.
Las constantes de ese sonido estaban perfectamente delimitadas.
Por una parte, Damon Krukowski, sosteniendo un ritmo mecánico y rudo, herencia natural de Moe Tucker. A su lado, el bajo de Naomi Yang dibujando ondas con apenas dos pinceladas pero capaces de cubrir todos los espacios del cuadro.
Al frente, Dean Warehan crispando una guitarra a medio camino entre Stearling Morrison y Tom Verlaine y haciendo de su voz un sutil instrumento solista.
Por último Kramer, aportando fantasía y envolviendo toda aquella catarsis de belleza en tonalidades grises y difusos reflejos que hacían honor a su fama de fumetas. GALAXIE 500 nunca tuvieron un éxito acorde a su asombrosa calidad musical.
A pesar del refrendo unánime de la prensa especializada, que no reparó en literatura laudatoria desde su primer trabajo, nacieron y murieron siendo pasto de minorías selectas.
Su final se produciría en 1991, justo cuando empezaban a ser un poco conocidos (uno recuerda ver incluso el vídeo de Fourth of Jully en TVE).
Dean Wareham anunciaba mediante una nota de prensa que abandonaba el grupo.
Sus continuas fricciones con la pareja Damon-Naomi precipitó un final que quizás, dado los postulados sonoros del grupo, llegó en el momento más oportuno.
De ahí en adelante Dean formaría, junto a ex-miembros de los CHILLS y los FEELIES, LUNA con los que hasta la fecha ha editado 5 notables discos merecedores de un estudio aparte.
Por otra parte, Damon y Naomi prosiguieron su andadura, inicialmente bajo la nomenclatura de PIERRE ETOILE y posteriormente como DAMON AND NAOMI del que recientemente se ha publicado su cuarto trabajo.
Decir que también que la pareja intervino en la vilipendiada trayectoria de MAGIC HOUR, grupo éste que no he tenido la oportunidad de escuchar y nada os puedo decir. No son pocos los que prefieren las derivaciones posteriores, sobre todo en el caso de LUNA , a la raíz original.
No es mi caso, ni Dean ni Damon yNaomi han alcanzado por separado, a mi modo de ver, ese aura que desprendían juntos y que los hizo absolutamente únicos, mágicos, como una estrella que nunca dejará de brillar en la galaxia del POP y que ya ha alumbrado a muchos grupos en los 90 y ,esperemos, lo siga haciendo en esta década.
GALAXIE 500
Galaxie 500 fue un trío estadounidense de rock alternativo que se formó en 1987 y se disolvió en 1991, tras editar tres álbumes.
Historia
El guitarrista Dean Wareham, el batería Damon Krukowski y la bajista Naomi Yang se habían conocido en la Dalton School, en Nueva York, pero comenzaron a tocar juntos en su tiempo como estudiantes en la Universidad de Harvard. Wareham y Krukowski habían formado un grupo llamado Speedy and the Castanets, cuyo bajista se había marchado.
La vacante del bajo la cubrió Yang, y el nombre del grupo cambió a Galaxie 500, por el coche de un amigo (un Ford de los 60, el Galaxie 500).
El grupo comenzó a dar conciertos en Boston y Nueva York, y grabo una demo que mandaron al jefe y productor de la discográfica Shimmy Disc, Mark Kramer, quien aceptó ser el productor de la banda.
Con Kramer tras los controles, el grupo grabó el single “Tugboat” y el flexi-disc “Oblivious”, y continuaron con la grabación de su álbum Today, que fue editado en el pequeño sello Aurora.
En 1989 firmaron con Rough Trade, y editaron su segundo álbum, On Fire, que es considerado el momento definitorio de la banda. On Fire llego al número 7 en la lista indie del Reino Unido, y recibió críticas muy favorables en dicho país.
Sin embargo, no fue tan bien recibido por la prensa estadounidense, que citaba las limitaciones vocales de Wareham como una debilidad.
El grupo se disolvió en la primavera de 1991 después de editar su tercer álbum, This Is Our Music, y habiendo dejado Wareham el grupo tras una larga gira americana. Los discos de Galaxie 500 fueron editados en el Reino Unido y los EEUU por el sello independiente Rough Trade. Cuando Rough Trade hizo bancarrota en 1991, Krukowski y Yang adquirieron los masters en una subasta, reeditando los discos en Rykodisc en 1997.