domingo, 25 de abril de 2010

AÑOS 60. SANGRE ESPAÑOLA


 

Las décadas de los 60 y 70
Los artistas raramente vivían de las ventas de sus discos, y en cambio actuaban de punta a punta de España, cuando y como los llamasen.
Normalmente intercalaban sus propios temas con versiones de grupos anglosajones y canciones populares españolas previas a la aparición del rock.
La imagen de los Beatles fotografiados con la montera torera o con la Guardia Civil en su visita a España, ya en verano de 1965, fue todo un símbolo que dio la vuelta al mundo.
Para dar un soporte efectivo, pero controlado, a la canción ligera, se crearon festivales de la canción, el de Benidorm, el del Mediterráneo. Así hasta que cada ciudad contó con el suyo más o menos importante.
El día que en el programa de Franz Johan, factótum de la primera televisión-espectáculo española, comenzaron a aparecer grupos pop.
Pero años después, todavía a comienzos de los 60, los discos foráneos de rock seguían llegando censurados, con dos o tres canciones menos y otras portadas, y a los artistas locales se les seguía mirando con lupa si eran comprometidos.
Al comienzo con el influjo anglosajón, debutando con el yanquirizado nombre de Mike Ríos. Nacido en el barrio de La Cartuja de Granada un 7 de junio de 1944 y a pesar de ser un tremendo fanático de Elvis Presley, se presentó en un concurso de radio Granada, Cenicienta 60, acompañado de un grupo de amigos cantando una canción de Paul Anka, «Tú eres mi destino», y se llevó la victoria. Un cazatalentos se lo llevó a Madrid con sólo 16 años.
Tras superar problemas como la falta de dinero o la de su carné de músico, el 2 de abril de 1961 grabó sus cuatro primeras canciones con destino a un EP. Para entonces el Rock and Roll (se decía) había muerto y lo que triunfaba era el twist. Por eso, Miguel fue bautizado como Mike Ríos, el rey del Twist. Mike Ríos se hizo popular en televisión junto a Raphael durante la primera mitad de los años 60 (fue habitual de un concurso presentado por Joaquín Soler Serrano).
En 1964 recuperó su nombre, olvidándose de lo de Mike, perdió a su grupo de acompañamiento, Los Relámpagos, e hizo su primera incursión en el cine, Dos chicas locas, locas (con Pili y Mili), lo que le asentó entre los cantantes más populares. Pero la búsqueda de su verdadera identidad fue lo que le llevó a sufrir diversos altibajos, hasta que un cambio de compañía discográfica le colocó en la verdadera línea.
A partir de 1967 llegaron «Vuelvo a Granada», «El río», «Contra el cristal», «El cartel» y «Mira hacia ti». Pero fue en 1970 cuando Miguel pasó de ser estrella en España a ser reconocido internacionalmente.
Y no fue con el rock. El «Himno de la alegría» (extracto del último movimiento de la novena sinfonía de Beethoven) amaneció en plena era del rock sinfónico, vendió tres millones de copias en todo el mundo y fue nº 1 en numerosos países.
Más tarde, en la década de los 80 relanzó su carrera con el doble directo Rock and Ríos, al que le siguieron varias giras por el territorio español. Bruno Lomas, nacido en Játiva, Valencia, fue otro referente de los comienzos de rock en España, famosa es su particular versión de La casa del sol naciente.
Ganó importantes premios de renombre por aquella época, el premio a la crítica del festival de Benidorm (Amargo amargo), el primer premio en el festival del Mediterráneo (Como ayer); hizo cine (Codo con codo) y entró en los anales de la historia grabando el primer disco de rock en vivo de la misma (en el teatro Calderón de Barcelona) en 1968. Murió como muchos rockeros, en la carretera, el día 17 de agosto de 1990.
Otro grupo pionero Lone Star, una formación de Barcelona, partícipe en los años 60 y los 70 de la que se dio en llamar «Era Dorada de los Grupos Españoles» (Brincos, Bravos, Sirex, Mustangs, Los Salvajes, Z-66, Tony Ronald Group, Micky y Los Tonys, Los Relámpagos, Módulos, Los Grimm y muchos más), antes de que los grupos de los años 80 también se arrogaran este término.
Se decía que si Los Mustang fueron los Beatles españoles y Los Salvajes, los Rolling Stones, Lone Star fueron los Animals, The Who y The Kinks, versionando temas de estos grupos como «Comprensión», «I'm cry», «De día y de noche» y «Nuestra generación», entre otros.
Como detalles curiosos de su historia cabe citar, por ejemplo, que fueron pioneros en mezclar rock y jazz, fueron el primer grupo en grabar un LP sin necesidad de reunir varios singles previos, en 1969 graban «Mi calle» (se dice que es una de las primeras letras protesta o denuncia del pop español), de Lyla, su mayor éxito (se hicieron versiones hasta en hebreo), y que fue el único grupo español que actuó en un portaaviones de la Armada de los Estados Unidos ante 4000 infantes de marina en 1970. A finales de los años 1960 comenzó a gestarse una escena underground en Sevilla en la que se apostaba por la fusión del rock progresivo con el flamenco.
En el cambio de década, Smash fue la banda más importante en esa escena, que con el tiempo vendría a denominarse rock andaluz. A mediados de los 1970, nuevas bandas habían tomado el relevo, con Triana a la cabeza, con importante éxito comercial. Otras bandas destacables fueron Gong, Imán, Guadalquivir, Vega, Cai, etc...
Paralelamente surgió, también a finales de los 1960, una escena de rock progresivo en Cataluña, focalizada en Barcelona, y que avanzó con fuerza a comienzos de los 1970, con bandas como Màquina, Om, Música Dispersa, Pau Riba, Sisa, Companyia Elèctrica Dharma, etcétera. Esta escena fue conocida como «rock catalán» (o «roc» [sic] catalán), «rock layetano» y otras variantes.